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Grado de Autismo

En la actualidad, la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) ya no usan la categoría de “tipos de autismo”, sino que utilizan el término Trastorno del Espectro Autista (TEA) para describir un rango amplio de síntomas y características.

Sin embargo, anteriormente se utilizaba la clasificación de “tipos de autismo” basada en los síntomas específicos y la gravedad de los mismos.

Esta clasificación incluía:

  • Trastorno Autista: se caracteriza por un retraso o ausencia del lenguaje hablado, dificultades en la interacción social, comportamientos repetitivos y restringidos, y problemas para adaptarse a cambios en su entorno.
  • Síndrome de Asperger: se caracteriza por dificultades en la interacción social, patrones de comportamiento repetitivo y restringido, pero no hay retraso o ausencia del lenguaje hablado y no hay problemas significativos en el desarrollo cognitivo.
  • Trastorno Generalizado del Desarrollo no Especificado (PDD-NOS): se utiliza para describir a las personas que presentan síntomas del TEA, pero no cumplen con los criterios para ser diagnosticados con un trastorno específico del espectro autista.

Es importante señalar que estas categorías han sido reemplazadas por el diagnóstico del TEA, ya que se considera que el autismo es un espectro que abarca una amplia gama de síntomas y grados de afectación, y no se ajusta necesariamente a una clasificación fija de “tipos”.

Hoy en día , el diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista (TEA) se basa en la evaluación de los síntomas y características individuales de cada persona, en lugar de clasificar el autismo en “grados”.

Sin embargo, es común que algunos profesionales y personas con autismo utilicen los términos “alto funcionamiento” y “bajo funcionamiento” para describir las diferencias en las habilidades y necesidades de las personas con TEA. Estos términos no se refieren a un grado de autismo, sino a la capacidad de una persona para realizar tareas cotidianas y funcionar en su entorno.

El término “alto funcionamiento” se refiere a personas con TEA que tienen habilidades cognitivas y de comunicación relativamente altas, y que pueden funcionar bien en algunos aspectos de la vida diaria. El término “bajo funcionamiento” se refiere a personas con TEA que tienen discapacidades más significativas en la comunicación, el lenguaje y las habilidades sociales, y que pueden necesitar apoyo más intenso para realizar tareas cotidianas y funcionar en su entorno.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos términos son generales y no se aplican a todas las personas con TEA. Cada persona con autismo es única y puede tener habilidades y necesidades diferentes. Por lo tanto, es importante evaluar cada caso individualmente y brindar apoyo y tratamiento personalizado según las necesidades de cada persona.